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«Se la llevaron, se la llevaron,
se la llevaron y ya se perdió.»

La Custodia de Badillo, Rafael Escalona.

Cuando empezamos a sacar postales lo hicimos con el ánimo de celebrar la existencia de ciertos motivos que estaban por ahí y que considerabamos joyas de la gráfica popular. Nos parecía que fotografiar un dibujo pintado en la calle, reimprimirlo 1000 veces y ponerlo a circular de mano en mano era una modesta manera de compensar la avalancha de gráfica «profesional y moderna»  a la que estamos expuestos todo el tiempo.

Pero también lo hicimos porque, conociendo los ritmos de la gráfica popular, era una forma de alargar la existencia de ciertos motivos que seguramente iban a desaparecer muy pronto. Hoy, cuando posteamos la última postal de la serie de postales 2010, nos damos cuenta que lastimosamente estábamos en lo cierto.

Hace un año, la discoteca La Vallenata era un oasis de color y exhuberancia en el gris paisaje de la Avenida Boyacá. Decorada con retratos de ídolos vallenatos hechos por el pintor Gemán Aldana, parecía una verdadera embajada de Valledupar en la fría Bogotá. La primorosa devoción con que habían sido pintadas a mano y expuestas las estampas de Diomedez Díaz, Rafael Orozco, Juancho Rois, transmitian un verdadero respeto y fervor por el género. Sugerían que estabamos frente a un verdadero local de culto.

Hoy todos esos avisos son historia. Los murales fueron pañetados y, según supimos, los avisos de lata estan siendo utilizandos por alguien como techo en alguna azotea. Al propietario de La Vallenata le pareció que una pancarta diseñada en computador e impresa en plotter, igual a la de los 300 locales circundantes, es una mejor publicidad.

Y así, el Diomedez Díaz y el Juancho Rois de camisa rosada se unieron al Tom Cruise de Saldarriaga, al marciano del Asadero La 33, al dóberman de Jardínes de Castilla y al Cristo incasdescente; otras joyas estupendas de nuestra cultura visual que también se perdieron ya para siempre. Vivirán por unos años más en una postalita de Populardelujo.

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➝ Toda esta calidez, brillo y carisma es cosa del pasado. Estos ídolos de la música vallenata que alguna vez pintara Gabriel Aldana para la discoteca La Vallenata  fueron borrrados, desmontados y reemplazados por una pancarta diseñada en computador.